Quién nos iba a decir que la sangría se iba a convertir en el trago más moderno. Que iba a dejar los barreños de plástico de las fiestas populares para ocupar un puesto en el universo de la sofisticada coctelería. Y que ese camino sería inverso, no de España al mundo, sino del mundo a España. Es el desprejuiciamiento de los nórdicos y los americanos a la hora de acoger nuestra sangría como un combinado de nivel, el que sitúa esta -admitidlo, tiquismiquis- deliciosa mezcla de vino y frutas en una nueva dimensión. Hay quien en España ya ha sabido verlo. Y resulta que, además, son zaragozanos. El Estudio Versus ha remozado la imagen de la sangría con Lolea. Sus botellas, a medio camino entre lo retro y la renovación del tópico, triunfan en el mundo.
Sí, lo sé, por aquí no tenemos playa. Así que en ese caso, Lolea propone esto:
Y para los que opten por la tradicional versión casera de la sangría, recomiendo dos opciones:
La fórmula supersecreta de la Hamburguesería Heroísmo (en la calle del mismo nombre)
O probar la que elabora el sumiller experto Jesús Arlés en el restaurante Palomeque en la calle… Palomeque.
¿Alguien sabe de más sangrías ricas?
hello hellooooooo!! la de Lolea la compré y regalé solo por la botella, pero me dijeron que estaba muuy rica! las otras las probaré!!!