Alguien interesado por la cocina abre las puertas de su hogar a otras personas con las que comparte afición para ofrecerles una cena especial. Ese el punto de partida de una cena clandestina, un concepto de moda en grandes ciudades, tan nuevo como elástico, que tiene desde el sábado en Zaragoza una propuesta llegada de Colombia. Yo misma y otros cinco amigos asistimos al estreno de las cenas-clase de ‘El día que me quieras mucho’, que organiza en su casa la antropóloga y gestora cultural colombiana Pía Mazzanti, cuya tarjeta de presentación (literal) es así:
También podéis seguirla en su blog de cocina colombiana y casera ‘El día que me quieras mucho’ (http://eldiaquemequierasmucho.wordpress.com/).
El sábado a las 21.30, antes de entrar en casa de Pía, casi todo era una incógnita. Salvo el menú, colombiano del aperitivo al postre (en concreto, de la zona costera del país), que nos llegó a través de una invitación muy bonita de este tipo:
Unos vinos blancos y la activa participación de todos en la cocina sirvieron para romper el hielo. Hubo que pelar plátanos macho, picar cilantro, reducir la leche de coco, mechar la carne o pisar los patacones. Mientras, Pía y su marido, también colombiano, nos contaron cosas de su país, su cultura y su cocina. Y después de un montón de cháchara y de trucos de cocinillas, a la mesa donde, además de la comida, hasta la vajilla fue colombiana:
Los que esteis interesados en asistir a una de estas cenas-clase de ‘El día que me quieras mucho’ (que, por cierto, no tienen por qué ser sólo de temática colombiana. Pueden ser mexicanas o japonesas…) y queráis informaros mejor de la mecánica y condiciones de las mismas, podéis contactar con Pía a través de su página de Facebook: https://www.facebook.com/eldiaquemequierasmucho?fref=ts
Para los que me tengais a tiro de ‘guasap’ o mail, yo misma estoy disponible para contaros la experiencia, de la que os dejo también estas fotos:

De izquierda a derecha: la carne mechada que acmpañó el arroz con coco servida en un bol típico colombiano, plátano macho y ceviche de gamba con patacón pisao (que se hizo con los plátanos macho).